.....::    fonte.es     2017-12-07
 




Hacer un sobre


No parece difícil la tarea de hacer un sobre. El problema se complica si nos dicen que lo hagamos con un solo papel, sin cortarlo, y que pueda almacenar dentro otro del mismo tamaño doblado en tres partes iguales.


Y es que si doblamos un papel por la mitad no llega para albergar a otro del mismo tamaño. Pero si lo plegamos en tres partes iguales el problema parece resoluble. El tamaño del papel que se requiere es un folio normal, DIN-A4, de 21 cm de ancho por 29,7 cm de largo.


Despues de dedicarle cierto tiempo hemos encontrado una solución no muy compleja. Bastan 9 pasos y cinco pliegues para hacer el sobre. El tamaño queda tan ajustado al requerimiento inicial que el pliego entra en el sobre con una escasa holgura de 5 mm.


En este enlace: https://fonte.es/imaxes_artigos/imaxes_ciencia/sobre/sobre.pdf,  os mostramos las etapas del proceso de papiroflexia que permiten elaborar dicho sobre. Es un documento pdf que se puede consultar y descargar. También, pulsando sobre la imagen inferior, puedes acceder directamente a las etapas de elaboración.



Un sobre de papiroflexia

Las ventajas de hacer un sobre en vez de comprarlo son numerosas. Yo he encontrado tres:
1.- Se ahorra dinero.
2.- Se puede personalizar el sobre con motivos decorativos que se imprimen en el papel antes de doblarlo.
3.- Se ejercita la mente y la habilidad manual.


Por si no os hubiese salido bien la manualidad, os dejo en los siguientes enlaces dos papeles con los pliegues prediseñados, uno blanco y otro coloreado. Si los imprimís (sin dejar márgenes) podréis completar el sobre simplemente doblando sobre las marcas.


Papel con marcas de dobleces, en blanco.


Papel con marcas de dobleces, coloreado.



Y, de paso, os felicito la Navidad con una postal hecha a medida para el sobre. La podéis imprimir y enviar a quién queráis. De hecho deberíamos rescatar del olvido la costumbre de escribir cartas y postales. La literatura epistolar refleja con mayor intensidad aquellos sentimientos íntimos que nunca manifestamos en las conversaciones habituales. En una postal, como en ningún otro medio, se pueden dedicar afectos hacia los seres queridos y expresar los mejores deseos. Y, ¿por qué no dar una nota de color a un tiempo tan gris, donde todo se hace deprisa y fingiendo?

 

Postal de Navidad