.....::    fonte.es     2019-08-28
 




1000 días quemando el mundo


Durante los días veraniegos ya es habitual que salte la alerta incendiaria. Todos los años suceden desastres que nos dejan atónitos por su tamaño y grado de devastación. Hemos sufrido con el caso de Gran Canaria que afectó a más de 10.000 hectáreas, y con los múltiples focos que arrasaron grandes extensiones en Siberia (2,5 millones de Ha), y la Amazonía (un millón de Ha).

 

Incendios en los últimos 1000 días en el mundo

 

Nuestra preocupación por los incendios surge durante el verano y se extingue tras finalizar la época estival. Se podría decir que los ciudadanos tomamos conciencia de ellos por temporadas. Mostramos gran pesar cuando vemos arder el monte y consideramos que esto sucede porque resulta imposible controlar a centenares de pirómanos desaprensivos, locos vengativos, agricultores negligentes o domingueros despistados con un mechero en la mano.

 

Pero en la mayoría de ocasiones el origen del fuego es deliberado e interesado. Las autoridades de muchos países no toman medidas para paliar este mal, unas veces por connivencia con los actores económicos que sacan partido de la tierra quemada y otras por indiferencia hacia las costumbres de las poblaciones tribales que queman selvas, sabanas y taigas para abrirse sitio para ellos y su ganado y quitárselo a las alimañas.

 

La situación es más dramática de lo que se piensa. Hemos grabado una secuencia de imágenes de satélite con los incendios ocurridos en el planeta durante los últimos 1000 días. El vídeo transcurre a cámara rápida y, gracias a ello, se puede observar como las llamas se propagan por extensas zonas del mundo con ciertos patrones de evolución. Resulta inquietante ver que el parpadeo de las vastas zonas incendiadas no cesa en todo el año.

 

 

 

 

Hemos analizado la incidencia del fuego sobre diversas áreas geográficas destacando aquellos casos que nos han parecido más reveladores.

 

En el África Subsahariana los incendios aparecen en noviembre y acaban a finales de marzo. Se propagan en dirección este-oeste y siguen un patrón de bandas como si fuese un movimiento peristáltico. Se trata de quemas organizas sobre grandes extensiones de sabana en la estación seca. El el extremo sur de África y Mozambique las quemas se realizan entre mayo y noviembre por motivos similares. En este momento están activos unos 8000 focos. Las zonas afectadas son muy extensas ya que la costumbre de quemar la sabana es persistente.

 

Incendios en África

Humo sobre Angola, Zambia y el Congo.

 

América del Norte arde en los meses de verano. Son focos localizados en los grandes bosques de Canadá, en la costa oeste, California, y el sureste de Estados Unidos. Centroamérica es pasto de las llamas durante medio año, principalmente entre los meses de enero y junio. Esta caracterización es muy imprecisa ya que los incendios ocurren todo el año en mayor o menor medida. En América del Sur, sobre todo en la selva brasileña, están presentes todo el año pero son más intensos durante los meses de agosto, septiembre y octubre. Suelen afectar a grandes superficies de bosque y selva que luego se utilizan como suelo agrícola.

 

Incendios en América

Humo sobre la selva amazónica debido a los numerosos focos del día 24 de agosto.

 

En la India e Indochina son más frecuentes entre los meses de enero y mayo. Probablemente se originan con el propósito de convertir espacio selvático en tierra de cultivo. Esta región es ideal para el cultivo de palmerales destinados a la extracción de aceite, para plantar árboles del caucho y otros vegetales de gran interés industrial.

 

Incendios en Indochina

Indochina invadida por el humo, día 24 de agosto.

 

Las llamas se extienden por las grandes estepas australianas y los eucaliptales de la costa norte y oeste entre los meses de abril y noviembre. Para los australianos el fuego es una amenaza constante aunque su impacto ambiental se reduce durante cuatro meses al año por la llegada de la estación lluviosa.

 

La Siberia Rusa, Mongolia y norte de China arde desde abril hasta agosto. Tras el deshielo de primavera los lugareños de estas zonas septentrionales extienden los incendios por zonas que tienen para ellos cierto interés económico. La taiga está poblada de coníferas y otras especies pirófitas que facilitan la propagación de las llamas. La mayoría de estos focos se originan por labores de limpieza de explotaciones agrícolas y por ampliación de las mismas.

 

El fuego es la bestia negra del verano en Europa sobre todo en tres áreas: el Cáucaso, el norte de Italia y el occidente de la Península Ibérica. El 90% de las veces se produce deliberadamente, igual que en otras partes del mundo, para transformar el monte en labradío, para regenerar pastos o para recalificar tierras donde construir posteriormente parques eólicos, urbanizaciones o cualquier otro negocio.

 

Helicóptero antiincendios

Helicóptero recogiendo agua en un lugar angosto del río.

 

Los incendios forestales son una lacra que afecta a grandes espacios naturales todos los años cuando el clima se vuelve más seco y caluroso. Las llamas se extienden como una maldición sobre bosques y matorrales y arrasan los ecosistemas que sustentan la vida de infinidad de seres. Tal vez el ser humano se esté convirtiendo en una plaga para la naturaleza debido a sus maquiavélicas costumbres.