.....::    fonte.es     2015-12-30
 




Drones


Que maravilla! que prodigio!

Es que la tecnología cada vez llega más lejos y más alto. No dejo de sorprenderme con las máquinas actuales pues se han convertido en el instrumento indispensable para el trabajo y el ocio. Lo que se lleva es tener un buen teléfono "Smart Phone" que sirva, sobre todo, para hacer fotos y vídeos, para jugar y escribir por Whatsapp (lo de llamar está pasado de moda, ya no se lleva). O tener un "Smart TV" 4K con muchísimas pulgadas en el salón, junto al ordenador y la WIFI, para enviarle música por DLNA. Y, como no, el dron más pijo y con más hélices, que pueda grabar en "Full HD" y tenga "GPS self-control".

 

 

No es la carta a los Reyes Magos pero se le parece. De estas máquinas no es necesario hacer publicidad porque se venden como rosquillas. Somos usuarios habituales de estos artilugios que se quedan obsoletos en un suspiro. Y basta mirar al entorno de uno mismo para observar que no faltan mocosos de 15 añitos que ya se han ventilado 4 o 5 teléfonos.

Y ahora viene el niño con que quiere un dron. Es que el pobre ya tiene de todo y no sabe con qué divertirse. Papá ve con buenos ojos lo del dron porque así también aprovecha él. A mamá no le disgusta la idea porque así saca a los chicos fuera de casa (y al marido). Y todos felices.

El otro día vi en el telediario un anuncio de drones que me sorprendió (cada vez estoy más convencido de que se financian con publicidad encubierta). Me hizo mucha gracia por la falta de rigor en la información y el aleccionamiento tele-dirigido hacia el hipnotizado espectador para que compre sin pensar. Os lo pongo para que juzguéis.

 

 

Si observamos lo que dice la ley tendremos más claro este asunto. Actualmente, la norma que rige el manejo de los drones es el Real Decreto Ley 8/2014 de 4 de julio. Según la legislación vigente, los drones son aeronaves auténticas dirigidas por control remoto (no juguetes).

Para ser pilotados con fines comerciales y profesionales, se precisa de un permiso de AESA, igual que cualquier otra aeronave. Pero AESA no concede actualmente tales autorizaciones a naves particulares no tripuladas, con lo que se impide su uso para fines comerciales hasta que exista una normativa internacional más específica. O sea, que Amazon y Correos tendrán que esperar unos añitos en sus pretensiones.

En cuanto al uso lúdico diremos que el aficionado tiene muy limitada la capacidad de volar un dron porque está reservada a recintos cerrados, centros de aeromodelismo y aeródromos (igual que los aviones en miniatura tradicionales). Para volar un dron en parajes abiertos y deshabitados se le exige al propietario disponer de un permiso de AESA y el cumplimiento de varios requisitos: ser mayor de edad, tener un curso de capacitación de vuelo, un seguro de responsabilidad civil, certificado de revisión del aparato... Todos juntos pueden costar más dinero que la propia aeronave de control remoto. El dron para aficionados no puede superar los dos kilogramos de peso, ni puede subir más de 120 metros, ni puede alejarse más de 500 metros del operador de vuelo, ni volar a menos de 8 km de un aeropuerto.

 

 

En fin, que el vuelo de drones en espacios naturales está reservado a empresas autorizadas y a las fuerzas del orden que realicen actividades de documentación aérea, georeferencia, supervisión vigilancia y rescate. No se permite, bajo ningún concepto, el vuelo de drones en zonas pobladas ni en zonas de tránsito (carreteras), ni en eventos donde se reúna gente a cielo abierto, por ejemplo, en un partido de fútbol. Si se trata de un local cerrado, tal como un pabellón polideportivo, el uso de drones estaría permitido siempre y cuando se cuente con la autorización del responsable del estadio. Esto es así porque los recintos cerrados no se consideran "espacio aéreo".

No entro en detalles menos importantes como que los drones no se pueden volar de noche ni con lluvia, niebla o viento, que las baterías les duran 15 minutos y que tienen debilidad por las ramas, las cornisas y los dedos  (Julito Iglesias "lo sabe").

Creo que un buen negocio para estos tiempos sería montar un taller de drones. Le pondría de nombre "Smart-Workshop".

Para más información podéis consultar en la página de AESA:

www.seguridadaerea.gob.es - AESA